viernes, 11 de noviembre de 2011

Escuela del Cachorro ( 3 )


INHIBICIÓN DE LA MORDEDURA.

Los cachorros tienen tendencia a morder las manos, los brazos o las piernas de sus dueños. Se trata de una forma de jugar o conseguir atención, que en principio no tendría mayores consecuencias.
Sin embargo, de no ser corregido, este comportamiento puede ser molesto e incluso doloroso para las personas.
Durante las 8 primeras semanas de vida, cuando el cachorro convive con su madre y sus hermanos y les muerde demasiado fuerte, éstos le “devuelven” un mordisco que también le duela. La madre incluso le sujeta por la piel del cuello para mostrarle su desaprobación.
A menudo, los perros que adquirimos han sido destetados prematuramente, y el cachorro no ha aprendido a controlar la fuerza de la mordedura.

¿Qué hacer?

La tendencia a morder las manos y los brazos siempre debe ser corregida. No es cierto que se trate de una conducta típica del cachorro, que desaparezca espontáneamente cuando el perro se hace mayor.
La estrategia a seguir es la siguiente:

1.     Tan pronto como el cachorro toque nuestra mano o nuestro brazo con sus dientes, debemos retirar la mano y pronunciar un “no” en tono firme y seco.
2.     Si el cachorro deja de morder, debemos cambiar de inmediato el tono de voz y recompensarlo con caricias suaves y palabras agradables.
3.     Si vuelve a morder, repetir el punto 1.
4.     Si deja de morder, repetir el punto 2.
5.     Para casos de perros que siguen mordiendo, volver al punto 1 (¡NO!) e IGNORARLO entre 15 minutos y 1 hora, de este modo el cachorro aprende que cuando muerde, su “juguete” favorito, los humanos, dejan de “funcionar”.

·         Hay que tener en cuenta que ignorarlo significa no hablarle, no mirarle, no hablarle, no tocarle...